viernes, 15 de octubre de 2010

La vulnerabilidad...

Para el mundo, es "las características de una persona o grupo desde el punto de vista de su capacidad para anticipar, sobrevivir, resistir y recuperarse del impacto de una amenaza natural, implicando una combinación de factores que determinan el grado hasta el cual la vida y la subsistencia de alguien queda en riesgo por un evento distinto..." bla bla bla.

Esas son demasiadas palabras. Para mi, es la simple capacidad que tiene algo para afectar de manera positiva o negativa a otro algo. Dependiendo del caso prefiero llamarlo: sensibilidad.


Yo, en lo personal me considero tan "sensible" como puedo imaginar que una persona puede ser. A veces, me dejo afectar por cualquier cosa. Esto no lo tomo como algo demasiado grave. A pesar de que soy yo la que pone mucho en juego he aprendido a perderle el miedo a enfrentar sentimientos.

Considero mi casi extrema sensibilidad algo fuera de mi lista de pecados. Pero como todos  extremos son malos he estado trabajando en el control de mis sentimientos. 

El punto; a los sensibles como yo: no es malo sensibilizarse ante ciertas cosas. Eso nos hace quien somos, eso diferencia nuestros pensamientos del de los demás. Eso nos enseña en cada suspiro. Eso si, no dejen que cosas realmente sin importancia los afecten.

Un consejo:
"Ama como si nunca te hubiesen herido. Limpia tu alma con llanto y llena los espacios vacíos de sonrisas."

Frange Cruces*