El resto de la historia aun no se ha escrito.
sábado, 6 de agosto de 2011
miércoles, 6 de julio de 2011
Un día menos en mi calendario
Hoy es uno de esos días en los que me siento frente a la laptop y digo “hoy voy a escribir algo bueno”, y nada sale. Es de esos días que voy a clases en un inútil intento por huir del sonido del silencio que rebota sin parar por todo mi cuarto y cuando llego a la universidad los profesores no van porque no les han pagado. Es de esos días en los que planeo poco lo que voy a hacer y hago menos de lo que pensé. Es de esos días oscuros porque una nube tiene tapado el sol, lluviosos y calurosos.
Hoy es uno de esos días tan lentos que cuando parpadeo me da tiempo de dormir unos minutos. Es de esos días que al final recorto del calendario para no recordarlos. Hoy nada me salió bien ni mal porque no hice nada, NADA.
En mi defensa usaba el examen de mañana para el que tenía que estudiar HOY… Ese que la profesora canceló vía telefónica hace una hora.
Hoy es de esos días que el control del televisor no se pierde porque sabe que no me moveré para buscarlo.
Hoy a mis zapatos les daba tiempo de respirar en cada paso.
Hoy mi mente y mis cuadernos están de reposo porque saben que no hay mucho que pensar y nada que estudiar.
Hoy mi cama me espera con ansias porque sabe que llego temprano.
Hoy quizás era un buen día para cumplir un sueño pero yo me quede dormida… A final de todo la culpa se la echo al clima, al destino y a la vida.
Frange Cruces*
lunes, 27 de junio de 2011
Todos son culpables
Hoy quiero culpar al insomnio por cada uno de mis escritos.
Culpo a las películas de princesas de que todas las noches pase horas en mi balcón esperando a mi príncipe azul.
Culpo a mis profesores por mi bajo promedio.
Culpo a la luna por regalada.
Culpo a mi celular por haber abierto la foto equivocada y haberme hecho pensar que era un mensaje del más allá.
Culpo a más allá por no darme señales claras.
Culpo a las redes sociales de mis buenas y malas expectativas respecto a las personas.
Culpo al sol por hacerme ver los defectos de las personas que quiero.
Culpo al televisor por todas las conversaciones que aun no he tenido con mi madre.
Culpo a los que leen mi blog por motivarme a seguir escribiendo.
Culpo al alcohol por la muerte de muchas de mis neuronas.
Culpo a los famosos por no ser un buen ejemplo a seguir.
Culpo a los padres que dejan que sus hijas sean fans de Justin Bieber.
Culpo a las calculadoras de que no sepa hacer divisiones de 3 cifras.
Culpo a los grupos políticos/religiosos/sociales/etc por mantenernos divididos.
Culpo a las fronteras y los límites por decirme hasta donde puedo llegar.
Culpo a todas y cada una de las leyes por incitarme a romperlas.
Culpo a las flores del romanticismo.
Culpo al grupo Camila por hacerme recordar a quien ya no me quiere.
Culpo al cielo por no dejarme ver otros planetas.
Culpo a mi perro por no dejar que mi mejor amigo sea un ser humano.
Culpo a South Park de las groserías que digo cuando hablo con mis amigos.
Culpo a los kilómetros de no tenerte cerca.
Culpo al diccionario automático de los celulares y computadoras por mi mala ortografía.
Culpo a la gravedad por mantenerme pegada al suelo.
Culpo al pasado por distraerme del presente y al futuro por mantenerme con esperanzas.
Culpo al viento por tumbar las hojas de los arboles en otoño.
Culpo a la lluvia de haberme hecho perder mi último secado.
Culpo al matrimonio de ser el único causante de los divorcios.
Culpo al tiempo por correr sin detenerse.
La verdad es que los culpo a todos ustedes por ir por la vida echándole la culpa a quien no la tiene.
Frange Cruces*
domingo, 1 de mayo de 2011
Mi única enfermedad
De niña me vacunaron contra todas las enfermedades, hoy ya un poco más grande, me entero de que siempre faltó una.
Aunque quiera, no culpo a mis padres, pero alguien se tiene que hacer responsable de mi actual padecimiento.
Al parecer, el veneno es la única cura a esto que me ha hecho perder la cordura y que muchos llaman Enamoramiento.
Cómo es posible que los médicos con todo y su ciencia no puedan controlar el mariposeo estomacal, que cada vez que te sientas a mi lado, se vuelve tan fuerte que hasta se me dificulta respirar. Entre otros síntomas están los drásticos cambios de ánimo, el delirio cada vez que veo la luna, las sonrisas sin razón alguna y el insomnio producido por pensamientos, en su mayoría sin sentidos, dedicados a ti.
Déjame decirte, es un abuso de tú parte que te hayas metido de esa manera en mi vida. Yo estaba muy tranquila antes de que empezaras a rondar por aquí.
Tan tonta yo, que no notaba que cada vez que me mirabas de a poco me hechizabas.
Todo se puso más difícil en el momento que entre la oscuridad y el silencio hubo un beso.
Sí, fuimos nosotros, los dos. No te hagas el pendejo, estás muy grande para eso.
Después de que se repitió muchas veces la misma escena en pocos minutos fue que empecé a entender que el silencio se mide en besos.
Y por si no fuese suficiente eso, la parte más complicada ahora es que se aproximaba.
Me tocaba decirles a mi mente y corazón lo que pasaba, aunque a mi nadie me lo explicaba.
Así comenzó una historia que todavía no termina.
Muchos me dicen que para acabar con esto necesito nada más un poquito de lógica y buscar a otra persona de quien me pueda enamorar.
Lo que ellos no saben es que de esto no me quiero curar.
Y si me toca elegir mi muerte, sin dudarlo moriría por ti: mi única enfermedad.
Frange Cruces*
domingo, 24 de abril de 2011
Si pudiera mentirte.
Si pudiera mentirte diría que jamás te quise,
que fuiste un pasatiempo.
que no me alegra haberte conocido,
que eres uno más del montón,
que nada de ti queda en mi corazón.
Si pudiera mentirte diría que no te pienso,
que no haz pasado por mi cabeza ni una sola vez desde que no estás,
que no recuerdo las veces que desordenaste mi cama,
que no veo tus fotos extrañándote,
que sólo fuiste la aventura de muchas de mis noches.
Si pudiera mentirte diría que no me duele tu ausencia,
que ni siquiera eres parte de mi pasado,
que no estás en mi historia,
que en mis labios no queda sabor a tus besos,
que mi cuerpo no extraña tus caricias.
Si pudiera mentirte diría que no eres tú por quien daría la vida,
que no te necesito para ser feliz,
que es más fácil vivir desde que te fuiste,
que sonrío más estando sin ti,
que la vida es vida porque no estás aquí.
Para mi desgracia nunca he sido buena mintiendo.
Para tu desgracia todo lo que dije antes es cierto.
Lamento no haber podido engañarte,
lamento sólo saber decir la verdad.
A pesar de todo, de corazón,
deseo que seas feliz con alguien más.
Frange Cruces*
viernes, 18 de marzo de 2011
Yo quiero...
Esos “te quiero” con doble sentido.
Esos “te quiero” que esconden ganas.
Esos “te quiero” que evitan besos.
Esos “te quiero” que frenan los prematuros “te amo”.
Esos “te quiero” que quieren más de lo que deben.
Esos “te quiero” que no quieren tanto.
Esos “te quiero” que te descontrolan la vida.
Esos “te quiero” que lo explican todo.
Esos “te quiero” que producen insomnio.
Esos “te quiero” que enamoran.
Esos “te quiero” que asustan.
Esos “te quiero” que sorprenden.
Esos “te quiero” por costumbre.
Esos “te quiero” temporales.
Esos “te quiero” permanentes.
Esos “te quiero” en secretos.
Esos “te quiero” tan sencillos.
Esos “te quiero” que lo complican todo.
Esos “te quiero” fingidos.
Esos “te quiero” que confunden.
Esos “te quiero” que contradicen.
Esos “te quiero” que decepcionan.
Esos “te quiero” esperanzadores.
Esos “te quiero” que deprimen.
Esos “te quiero” que te quitan la cordura.
Esos “te quiero” que despiertan.
Esos “te quiero” que engañan.
Esos “te quiero” que detienen el tiempo.
Esos “te quiero” que desconcentran.
Esos “te quiero” imaginarios.
Esos “te quiero” que desesperan.
Esos “te quiero” con los que sueño.
Esos “te quiero” que de ti espero.
Frange Cruces*
jueves, 17 de marzo de 2011
miércoles, 16 de marzo de 2011
Amando en la oscuridad
Una vez más nos encontramos mi sombra, la soledad y yo
en un espacio sin ti, donde nada está por pasar.
Me dejas al vacío una vez más,
Yo una tonta sin sentidos que te sigue sin saber a donde vas.
Gracias a ti mi vida repite una historia sin comienzo y sin final.
Hiciste de nosotros un cuento sin sentido.
Nos perdimos en el camino donde nunca debimos estar.
Tú tan sin mí y tan confundido,
queriendo encontrar la luz en un túnel sin salida
que te condena a regresar.
Cansada de arroparme con recuerdos que nos quieren recordar,
se me vienen a la mente tus besos que nunca supieron besar.
Pensamientos impensables de una vida no vivida,
me reveló que la rutina nos enseño a amarnos en la oscuridad.
Nos llenamos de vacío,
nos regalábamos el amor que ni nosotros veíamos.
Nos convencimos de lo ficticio
y nos creímos las caricias que no sentimos.
Nos volvimos ciegos cuando no debimos.
Ahora, yo sola, me miro en un espejo
Que sin ti a mi lado, no me quiere reflejar.
Sin saber por qué te sigo perdiendo,
me sentaré a esperar que sea tu hora de regresar
para seguir amándote en la oscuridad.Frange Cruces*
lunes, 3 de enero de 2011
Más de una vez
Más de una vez te hice creer que estaba bien hacer lo incorrecto,
Así fue que llenaste mis labios de besos.
Más de una vez te convencí de que lo divertido del amor era la falta de cordura,
Así fue que en nuestras fantasías llegamos a la luna.
Más de una vez le encontramos sentido a lo que no debimos,
Y esa fue nuestra excusa para estar juntos.
Más de una vez nos perdimos en miradas vacías,
Aun así nunca notamos la falta de sentimientos.
Más de una vez fuimos tan lejos como pudimos,
Lástima que nunca notamos que seguíamos cerca.
Más de una vez engañé a mi corazón para no engañar al tuyo,
Mi corazón fue más astuto y me hizo pensar que sí lo estaba engañando.
Más de una vez me mentiste,
Y Nunca te diste cuenta.
Más de una vez nos dejábamos dominar por el vino,
De esas veces no recordamos más que el saludo en la mañana.
Más de una vez vendimos mentiras en bolsas de verdades,
Cuando nosotros éramos nuestros únicos clientes.
Más de una vez quise vender mi alma para comprar la tuya,
Pero nunca fui buena vendedora.
Más de una vez te besé para que no me siguieras mintiendo,
Que buenos eran tus besos engañándome por ti.
Más de una vez seguí dando respuestas sin preguntas,
Aunque siempre supe que no querías saber más.
Más de una vez te fuiste sin haber llegado.
Más de una vez llegué sin haberme ido.
Más de una vez dije salud en tu nombre,
Y aun sigo brindando.
Ya hay otro que me mienta, ya hay otra que por ti se venda.
No hay más veces en este cuento que nunca pasó.
Pero si tuviese una última oportunidad,
Me despediría con la intención de no verte nunca más.
Y así como todas, nuestras falsa historia terminaría con un punto y final.
Frange Cruces*
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