sábado, 10 de julio de 2010

La vida como en los aeropuertos

Me encantan los aeropuertos, es más, si el aeropuerto de donde vivo fuese bonito y no quedara horriblemente lejos de mi casa, pasaría mucho tiempo sentada en uno de los bancos de ahí escribiendo.


No puedo imaginar otro lugar donde se puedan exponer mejor todas las escenas que nos da la vida.

En los aeropuertos hay dos cosas a simple vista: las sonrisas de los que ven al avión aterrizar y las lagrimas de los que ven al avión alejándose. Así es, a veces. Hay casos en los que es al revés. El punto es que para que un avión aterrice primero tiene que irse.


De lo mismo trata la vida, para que cosas nuevas lleguen hay cosas que se tienen que ir. Así es a la hora de renovar el closet, en el trabajo, incluso el dolor incontenible que provoca el tener que dejar ir algo que estuvo con nosotros en momentos especiales un día será remplazado por la alegría de la llegada de otra cosa.


Y ahorita hablo de cosas, pero esto también aplica en personas, porque cuando se trata del amor es igual. Hay personas importantes, que llegan en el momento perfecto para decir y hacer lo correcto. Luego de haber cumplido su misión y de habernos enseñado lo que le tocaba es hora de dejarlo ir para abrir paso a una nueva persona que vendrá con más cosas que enseñar. Es ley de vida.


Sin embargo, hay personas que nunca se van, o por lo menos no para siempre. Ellas van a estar ahí en todo momento, prevenidos para decir lo necesario en el momento indicado. Estas personas son los amigos, los de verdad, los incondicionales, los que siempre saben que decir, los que incluso cuando no dicen nada lo dicen todo. Pero entre ellos suele estar uno que un día fue más que amigo, uno que dijo más de la cuenta, uno que en algún momento estuvo demasiado, uno del que nos enamoramos de verdad. Él tampoco va a dejar de estar, porque supo como dejar su huella en el corazón e incluso en su ausencia sigue enseñándonos.



No temas a la hora de dejar ir lo que más quieres. Algo mejor estará por venir. Porque cada vez que un avión se va y vuelve trae pasajeros nuevos.


Frange Cruces*

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